sábado, 19 de marzo de 2011

*EL REPORTE DE LA DEPRECION*


Un dia como cualquier otro en la vida de Satoshi Ohno, desde hace mas de 10 años  ha sido siempre levantarse temprano, desayunar, ir a correr, regresar a darse un baño, ir a la empresa JE, ensayar o hacer algo que le dijeran y luego regresar a casa a comer y pintar un rato, para después salir con los amigos, siempre lo mismo o con algunas pequeñas variaciones. Pero este dia Satoshi se despertó haciéndose la misma pregunta de siempre
“¿Qué me motiva a seguir con mi rutina?”


Su mente quedo en blanco, trato de recordar lo que haría ese dia y sería lo mismo que llevaba haciendo desde hacer varios años, recordó a sus amigos y no causo efecto alguno, recordó su trabajo y solo se sintió más cansado, pasaron varios minutos así hasta que se arto de no encontrar una respuesta que le motivara y cansadamente se levanto y sin ánimos fue a darse un baño para luego desayunar, se sentía demaciado desmotivado, triste sin razón aparente, le quedaba un par de horas antes de tener que salir a trabajar ya que no tenía pensado salir a correr ese dia, sin mucho que hacer paso a su galería personal y contemplo con melancolía los cuadros que ha estado haciendo desde los últimos meses, eran variados,  
al principio muchos de ellos mostraban ira y frustración luego se fueron convirtiendo en retratos de un joven Ninomya con mira perdida o ojos lloros y los más nuevos eran solo de cosas más abstractas que él veía dia día, pero eran cosas con belleza mas allá de la normal como la puesta de sol desde la azotea de la JE o el parque camino a su casa por la noche lleno de cigarras que cantaban y las farolas que iluminaban de manera extraña. 
Hacía varias semanas que dibujaba cosas como esas que aunque le hacían sonreír sentía que le faltaba con quien compartirlas, miro detenidamente los retratos de Ninomya-kun y negó con la cabeza.
Hacía tiempo ese hermoso joven le había roto el corazón después de 5 años de noviazgo, el pequeño solo lo quiso dejar y Ohno no se lo negó y le dejo ir para que al poco Ninomya le confesara que estaba enamorado de Masaki, eso le pego a Ohno de la manera más dolorosa posible, su corazón se había estrujado como si lo hubieran cortado masticado escupido y luego pisoteado, pues su bello chico lo decía sinceramente y eso era raro en el, pues claro que con la actitud de Nino era comprensible que tuviera aventuras con Sakurai y Matsumoto incluso el mismo Ohno sentía que su relación no era seria para Nino pero Aiba Masaki, el es diferente, es un joven inocente y de buen corazón, educado y romántico, Aiba era, es y será la única persona con la que Nino iría con cuidado y paciencia, eso lo sabia Ohno y sin más le prometió no interponerse y Nino le agradeció con el alma. 


Así comenzó la lenta depresión de Ohno quien ya no tenía con quien compartir sus solitarias noches ni sus preciados cuadros, toda la ira se junto y explotaba solo cuando pintaba y con el tiempo fue transformándose en melancolía y un sentimiento de aferrarse a Nino y termino con solo ignorarlo y seguir monótonamente la vida sin sentido alguno ya, pero dejo de sentir amor o rencor por Nino.


Tomo los retratos y los arrincono boca abajo después salió de su casa con rumbo al trabajo ese dia tenían un ensayo de varias canciones, tanto vocal como baile, y después la grabación de un nuevo single, así que sería un dia cansado y sin mucho descanso, seguro terminarían hasta muy tarde y decidirían ir todos los Arashi a tomar algo a un bar, suspiro cansado, si sucedía algo así se negaría. 


Llego a la JE y entro como todos los días a la sala de ensayos aunque sabía que primero tenía que ir a el salón de vocalización aun así prefirió perder media hora ahí sentado ya que tan temprano nadie entraría, se hecho en una banca que estaba ahí y se dispuso a cerrar los ojos un rato, se sumió en su mente hasta sentir una toalla mojada en su cara y se levantarse en un sobresalto mientras oía las carcajadas de su compañero Matsumoto Jun, Ohno le lanzo la toalla atinando a su camisa y haciendo que este pusiera mala cara, y Ohno como mero reflejo se hecho para atrás aterrado, causando que Jun cambiara de parecer y solo lo dejara pasar y solo se sentó al lado del desorientado Ohno, y suspiro.

-Rida, no es normal que te faltes una hora de trabajo, aunque no allá nada que hacer- le miro
preocupado un Jun lleno de energía pasiva


- ¿Qué te pasa Ohno? –le dijo en tono más intimo
este respiro hondo y trato de concentrarse en una respuesta normal pero le era imposible pues su mente se distrajo con el sonido de la vos de Matsumoto preocupado por él y el aroma de este mismo, que no pudo más que voltearlo a ver y sonreírle para contestarle con un obviamente falso


-nada, Jun, estoy solo un poco cansado- se levanto de ahí dispuesto a marcharse dejando a Jun con la boca abierta que por reflejo sostuvo la mano de su líder haciendo que este volteara


-no soy tonto Satoshi, últimamente has estado distante con todos y hoy llegas con mala cara a dormir en el sitio más obvio de todos, ¿qué te pasa?- volvió a preguntar de manera exigente haciendo que Ohno comenzara a forcejear para zafarse del  la mano de Jun pero no solo logro lastimarse  así que volteó a ver a su interlocutor con cierta ira reprimida y ojos cristalinos


-no es algo que te incumba Matsumoto- el menor quedo tan sorprendido por la reacción de su mayor que solo lo soltó dejándolo ir sin más, claro que le importaba pero no le discutiría mas a Ohno pues nunca lo había visto tan deprimido y ciertamente no sabría que decirle.


Jun seguía pasmado viendo la puerta por donde había salido su compañero, su pecho dolía quería ayudarle a su amigo que conocía de hace tanto, pero no sabía cómo ni mucho menos el porqué, aparte de todo Matsumoto Jun nunca se había preocupado por los demás amenos que fuera para llevárselos a la cama pero con Satoshi era diferente, se dio un pequeño golpe en la cabeza, “no Jun hace mucho te prometiste no enamorarte en el” se dijo en voz baja y se recostó donde antes estaba Ohno, dejando salir un largo suspiro “supongo que hace mucho rompí esa promesa”.


Mientras que Ohno caminaba a donde se supondría estarían los demás, iba con paso lento, distante, arrastrando cada paso, sin ningún motivo fijo o ningún sentimiento es su mirada, su mente daba vueltas con la imagen de Jun y su estúpida cara de preocupación, Ohno sabía de antemano que Jun nunca se preocupa por nadie antes que el mismo y si lo hacía solo aparentaba para poder llevárselo o llevársela a la cama eso lo había hecho ya con Nino y Aiba, el primero lo dejo pasar no sin antes desquitarse y darle una buena patada y el segundo cayó en una depresión en la que no podía ni ver a los ojos ni dirigir palabra a nadie  por lo que la carrera de todos se vio un poco afectada, y ahora Ohno se sentía demaciado vulnerable, perdido, necesitado de alguien y llegaba el estúpido de Jun a “preocuparse” no lo entendía, o no lo quería entender y una parte de él se quería perder en los brazos de Matsumoto mientras otra decía que corriera lejos de él que era peligroso seguir pensando en eso.  Se detuvo un momento antes de entrar en la sala dándose en tiempo para cambiar su cara y poner la mascará que siempre les ponía a sus compañeros de una gran sonrisa y mucha energía para seguir el dia, y en lo que intentaba hacer eso escucho las burlas infantiles de Sho, quien molestaba a Aiba aunque no distinguía bien el porqué, los reclamos de Aiba le hicieron sonreír ese chico por mas 28 años que tuviera seguía siendo un niño que no sabía callar a sus atacantes, recordó lo mucho que quería a sus amigos con los que había crecido y lo poco que habían madurado y casi echa la carcajada cuando entro a la sala para encontrarse con la escena de un Sho en shock y Nino abrazando a Aiba por la espalda dándose un beso que duraba demaciado.


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